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Parto prematuro: Cuidados del bebé

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¿Qué es el Parto Prematuro?

El parto prematuro ocurre cuando el bebé nace antes de las 37 semanas de gestación, es decir, llega poco más de un mes antes de lo esperado. Este tema genera gran preocupación en muchas futuras mamás, ya que conlleva ciertos riesgos y cuidados especiales.

En este sentido, mientras más temprano nazca el bebé, mayores pueden ser las complicaciones, pues no alcanza a completar su desarrollo en el vientre materno. De hecho, el parto prematuro es una de las principales causas de discapacidad o incluso muerte neonatal. Sin embargo, con una atención médica adecuada, la recuperación puede ser favorable.

Las causas son diversas: desde factores relacionados con el desarrollo del bebé o condiciones congénitas, hasta problemas de salud de la madre. Aunque al inicio puede generar miedo e incertidumbre, lo cierto es que con los cuidados correctos el bebé puede salir adelante y regresar a casa sin complicaciones graves.

¿Por qué puede haber un parto prematuro?

Hay diversos factores determinantes para la existencia de un parto prematuro y si bien en ocasiones estos provienen del desarrollo del bebé, un factor determinante es tu estado de salud, si la mamá no está bien, el bebé tampoco.

Entre los factores principales de riesgo se encuentran: el peso, la edad, si padeces hipertensión o diabetes, problemas uterinos y el estado emocional, la depresión y el estrés afectan en gran medida cómo se desarrolla un embarazo.

De igual forma, el consumo de tabaco, alcohol y sustancias ilegales afectan el embarazo, ya que son perjudiciales para tu organismo y pueden ocasionar que tu bebé sea prematuro.

Hay ciertas señales de alerta que puede avisar respecto a un parto prematuro, entre las cuales se encuentran las siguientes:

  • Sangrado vaginal: Puede ser una señal de aborto o incluso estar relacionado con presión alta en el vientre, por lo que requiere atención médica inmediata.
  • Contracciones anticipadas: Si ocurren antes de la semana 37, podrían indicar un parto prematuro.
  • Ausencia o disminución de movimientos del bebé: Después de la semana 28, si notas que tu bebé deja de moverse o lo hace con menos frecuencia, es fundamental acudir al médico de inmediato, ya que puede tratarse de un problema fetal.
  • Dolor abdominal: Podría estar relacionado con un desprendimiento de placenta o un embarazo ectópico, ambos casos necesitan valoración urgente.
  • Zumbidos en los oídos o destellos en la vista: Estos síntomas pueden ser un signo de preeclampsia, un padecimiento que aparece generalmente después de la semana 20 y que requiere cuidados especiales o incluso la inducción del parto.
  • Fiebre: Puede ser consecuencia de infecciones; aunque el bebé suele estar protegido, estas pueden afectar el desarrollo del embarazo.
  • Infecciones vaginales o urinarias: Se manifiestan con sangrado al orinar o secreción con mal olor y necesitan atención inmediata para evitar complicaciones.

Recomendaciones preventivas

Existen muchas formas de poder evitar o corregir los factores de riesgo que favorecen la existencia de un parto prematuro, además de llevar un correcto control prenatal.

Hacer ejercicio

Aunque muchas mujeres creen que puede perjudicar el embarazo, realizar algún ejercicio aeróbico tiene grandes beneficios y es un mito que el ejercicio físico puede afectar al bebé o complicar el embarazo, a menos que sea una recomendación médica.

Consumir suplementos y vitaminas

Además de tomar ácido fólico, el médico tratante te podrá recomendar algunas vitaminas, minerales o suplementos que ayuden a un mejor desarrollo del bebé, como magnesio o complementos vitamínicos.

Hacer caso a las señales de alarma

Durante el embarazo hay una oleada de síntomas, si bien algunos son normales, existen otros que requieren atención; por ejemplo, los que te mencionamos anteriormente o cualquier síntoma que resulte anormal para ti.

Seguimiento médico constante

El control médico es primordial y debe de realizarse constantemente a lo largo del embarazo para detectar cualquier tipo de anomalía que ocurra.

Evitar emociones fuertes o estrés

Emociones como estrés o ansiedad pueden ocasionar un parto prematuro, ya que alteran el curso del mismo y pueden afectar la salud de la madre.

Riesgos del parto prematuro

Uno de los principales riesgos que enfrenta un bebé prematuro, es tener dificultad para respirar, más conocida como Síndrome de Dificultad Respiratoria. Ocurre debido a la inmadurez de los pulmones.

Al padecerla, el bebé deberá ingresar a cuidados intensivos y recibir asistencia externa para poder respirar.

Entre los padecimientos que puede tener tu bebé se encuentran los siguientes:

  • Síndrome de estrés respiratorio: Es una afección respiratoria ocasionada por la inmadurez de los pulmones, ya que aún no hay suficiente surfactante, o sea, el líquido que permite que los pulmones permanezcan expandidos,.
  • Enfermedad crónica en los pulmones: Esto quiere decir que el bebé necesitará oxígeno por mucho tiempo, hasta meses, puede que con estos los pulmones maduren o tengan complicaciones leves, posteriormente.
  • Apnea: Ocurre cuando hay una pausa temporal en la respiración y es común en niños prematuros, se asocia a una disminución del ritmo cardiaco.
  • Retinopatía: Es una enfermedad de los ojos que ocurre debido a que la retina no se encuentra correctamente desarrollada. La mayoría de los casos se resuelve sin tratamiento, pero en otras ocasiones se necesitará de una cirugía láser.

Cuidados del bebé prematuro

Los bebés prematuros requieren atenciones especiales debido a su delicado estado de salud. Al llevarlo a casa, es fundamental seguir ciertos cuidados para apoyar su recuperación.

  1. Mantén una buena higiene: Lávate las manos de forma constante antes de tocar o cargar al bebé.

  2. Cuida su temperatura: Como tienen poca grasa corporal, abrígalos bien y procura el contacto piel con piel.

  3. Colócalo boca arriba: Esta posición facilita la recuperación de la respiración en caso de apnea.

  4. Aliméntalo con leche materna: Si está débil, extrae tu leche y aliméntalo con biberón.

Además, es recomendable llevar un control médico constante y seguir siempre las indicaciones del especialista.

En cuanto a la protección médica, si cuentas con un seguro de gastos médicos mayores con cobertura de embarazo, tu bebé podrá recibir las primeras atenciones tras el nacimiento. Generalmente, los seguros cubren al recién nacido durante los primeros dos meses; sin embargo, es importante notificar a la aseguradora con anticipación si deseas añadirlo a tu póliza médica.


Diego Villa

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